La mutualidad implica una coordinación del esfuerzo colectivo para alcanzar objetivos comunes y en este sentido, supone un modo de socialización que la lleva a constituirse en diversos contextos como una práctica social humanizadora. Mediante la promoción, institucionalización y recreación de estas prácticas es posible construir una economía más humana basada en una ética de la solidaridad y de la cooperación. En este libro se expone la necesidad de comprender el alcance que la mutualidad puede tener frente a diversas problemáticas que requieren soluciones participativas, democráticas e innovadoras.